Políticas culturales: viejos y nuevos problemas. (Miércoles 24)

En los últimos treinta años, al menos, hemos sido “testigos” de algunas mutaciones importantes en torno a la noción de políticas culturales, así como a sus alcances, funciones, posibilidades, retos y desafíos. Transformaciones provocadas en buena medida por los cambios estructurales del orden social (las nuevas relaciones entre el Estado, la Sociedad, el Mercado en un contexto global) sino también por los cambios semánticos que ha sufrido el concepto de cultura.
Es evidente que el término de “políticas culturales” se refiere a distintos aspectos de la realidad social, desde la relaciones que se establecen entre la política, la economía y el mundo artístico y cultural hasta las políticas públicas que desarrolla el Estado para “…fomentar, difundir y favorecer el acceso de los ciudadanos a los bienes culturales […]” . Es posible señalar que más allá de la definición del término de “políticas culturales”, éste siempre se encuentra asociado con procesos comunicativos y de conocimiento que producen sentido, pero, además, que existe cierta acción práctica que incluye y excluye valores, objetos, prácticas, significaciones y que, por lo mismo, define un marco regulatorio para que ciertos aspectos culturales - que otorgan un sentido simbólico y por tanto caracterizan a una sociedad- se puedan producir y reproducir.
En este sentido nos parece pertinente pensar al interior de las jornadas ¿En qué medida las transformaciones del concepto de cultura exigen nuevas orientaciones de las políticas culturales? ¿Cómo se ha modificado la función y la lógica de las políticas culturales en el contexto de la globalización? ¿Quiénes deben y pueden ser los actores sociales que orienten y definan la producción y reproducción simbólica del orden social?, es decir, ¿Cómo se relacionan los mundos políticos y económicos con el mundo del arte y la cultura? ¿Cuáles son los retos en materia de cultura que enfrenta nuestro país?